OBERTURA MDXX
Desde el principio de los tiempos los ríos han sido las arterias que transportaban vida. Las montañas y la tierra fueron mi piel. Los bosques y la selva mi pelaje.
Todo estaba en permanente armonía, hasta que apareció el ser más cruel y caprichoso que jamás conoció este planeta: el hombre. Una forma de vida supuestamente inteligente, pero desperdiciada por la codicia, la violencia y la incultura.
Es Gaia, la madre naturaleza, y todo el mal que le hagas, ella te lo devolvera.
Todo estaba en permanente armonía, hasta que apareció el ser más cruel y caprichoso que jamás conoció este planeta: el hombre. Una forma de vida supuestamente inteligente, pero desperdiciada por la codicia, la violencia y la incultura.
Es Gaia, la madre naturaleza, y todo el mal que le hagas, ella te lo devolvera.
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